Algunos padres entienden que este versículo significa llevar a sus hijos a la iglesia todos los domingos aunque ellos no quieran. Pero en realidad se refiere a instruir al niño constantemente en los caminos del Señor no sólo con palabras si no con hechos. Para que un un padre pueda ser exitoso en esta misión primeramente tiene que tener una experiencia personal y continua con Dios la cual se va a reflejar en su conducta. Esta calará más hondo que cualquier otra enseñanza en el corazón de su hijo. Y como en el caso de Kaká, creará en él el deseo de tener las suyas propias y la conciencia de que es responsable de hacer lo mismo con su hijo.
Muchos creen que versículos biblícos son palabras de inspiración, pero quienes las ven como promesas de Dios están destinados verlas hechas realidad.
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