Lo más impresionante es que uno puede notar que sabía lo que le ocurriría pero estaba tranquilo por que entendió que cumplió con su propósito. Ya en este punto más que cualquier logro personal o colectivo en pro de su causa lo que él deseaba era que la voluntad de Dios se cumpliera en su vida.
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado... Salmo 40:8a